Manera de tocar la quena - 1

"En la quena peruana de treinta y seis centímetros de longitud, los siete agujeros tienen función, y los dedos de ambas manos se emplean. Primeramente, los agujeros se cuentan y se numeran de arriba hacia abajo, así: 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7. Al agujero posterior, un poco más pequeño que los anteriores, signamos con el número 7.

Los agujeros 1, 2 y 3 serán manipulados, respectivamente, por los dedos de la mano izquierda en este orden: 1 (índice), 2 (medio), 3 (anular). El pulgar obtura el número 7 y el meñique generalmente queda flotando. Los agujeros siguientes, hacia abajo, 4, 5 y 6 serán manipulados por los dedos de la mano derecha, en el siguiente orden: 4 (índice), 5 (medio), 6 (anular); el pulgar sirve de sostén y el meñique queda flotando, a veces sirve también de sostén. Esta posición descrita es la correcta y sus beneficios han sido comprobados en la práctica.
".

No todas las quenas, digamos recientes, tienen o han tenido siete agujeros. Probablemente en 1974, fecha en la que se publica la obra de Alejandro Vivanco Guerra, "Didáctica de la quena peruana", Lima, 1.974, de la que extraemos estas explicaciones, conviviesen muy distintos tipos de quena. El agujero 4 de la quena de Vivanco debió ser más pequeño que los demás permitiendo obtener directamente la nota DO al ser destapado, configurando para esta nota la posición 1, 2, 3, y 7, mientras que las quenas con el agujero 4 de igual diámetro que los demás precisan para obtener la nota DO obturar los agujeros 1, 2, 3, 5 y 7, dejando el 4 y 6 libres.

Dice Vivanco que "los siete agujeros tienen función". Esto, incluso hoy en día, no siempre es así. Recuerdo que en los años 70 y 80, lo general era que el agujero 6, al ser tapado, no produjese la nota SOL, con lo que quedaba ese agujero prácticamente sin uso ya que sí era válido para el SOL SOSTENIDO del segundo registro. Ese "desafinamiento" probablemente era debido a dos factores: distancia entre el agujero 6 y la base de la quena, y diámetro de la abertura de la base de la quena. Ambos factores están relacionados entre sí.

El agujero 7 de la quena de Vivanco, que nos dice que es "un poco más pequeño que los anteriores" no era lo suficientemente pequeño como para permitir obtener la nota SOL aguda destapando todos los agujeros, sino que era preciso "bajar" un poco el tono obturando los agujeros 2 y 3. Isabel Guari, un constructor de instrumentos de viento de San Salvador de Jujuy comentaba que en lo que ellos llaman "digitación Buenos Aires", el agujero trasero (7) es de similar tamaño que los demás, produciendo al destapar todos los agujeros la nota SOL SOSTENIDO. Esa digitación "Buenos Aires" se completa con un agujero número 4 con diámetro similar al de los demás agujeros produciendo la posición explicada dos párrafos más arriba para la nota DO. En 1.954 Carlos Clavijo publica "La quena, su técnica por música y por cifra" basado en un instrumento de seis agujeros. El texto de Clavijo que se corresponde con el texto que hemos transcrito de Vivanco es el siguiente:

"De acuerdo a la estructura de la quena y la forma como están colocados los agujeros, he llegado a la conclusión de que la mejor forma de tomarla es la siguiente: La mano derecha arriba, obturando (tapando) con el dedo pulgar el agujero número 6 que se encuentra colocado en la pared posterior y con el índice medio y anular los agujeros números 5, 4 y 3, colocados en la pared anterior de la quena. La mano izquierda abajo, tapando con los dedos índice y medio los dos agujeros inferiores, números 1 y 2 que se encuentran en la pared anterior, valiéndose de los dedos pulgar y anular para hacer tenaza por la pared posterior de la quena. Con lo cual el instrumento queda perfectamente asegurado, para su mejor desenvolvimiento cuando ciertas posiciones de la quena así lo requieran.

En mi opinión, ésta es la forma más práctica y eficaz de tomar la quena por cuanto considerando que el agujero inferior, número 1, está más desviado de la línea de los demás agujeros y teniendo en cuenta que el dedo medio es el más largo de la mano, se amolda mejor para hacer el semitono La-Si bemol. No quiero sin embargo decir que esta sea la única forma de tomarla, puesto que yo he visto quenistas que toman el instrumento en diferentes formas, sin dejar por ello de ser muy buenos intérpretes. Lo único que yo hago sobre este particular es dar mi opinión de acuerdo a la experiencia que he adquirido personalmente en el manejo de este instrumento.
".

Carlos Clavijo utilizaba en los años de publicación de su libro una quena de seis agujeros, con la digitación que en el Norte de Argentina es conocida hoy como "digitación Buenos Aires", ya explicada más arriba, por lo que, probablemente, tuviese todos los agujeros de diámetro similar. Clavijo numera los agujeros de abajo a arriba, al revés que Vivanco y también recomienda colocar las manos justo al revés de como nos indica este último, o sea, mano derecha arriba.

El argentino Arnoldo Pintos en su obra “Enseñanza de la quena, pinkullo, siku y otros instrumentos del Norte argentino” editada en Buenos Aires, en 1.992, nos dice que: “El extremo más alejado del ejecutante se llama culata. Los orificios se numeran desde la culata hacia la embocadura, o sea, el más alejado del ejecutante será el orificio número 1, y el más cercano, el número 5 ó 6 según la quena.”.

En cuanto a la disposición de las manos, Pintos escribe: “Todos los instrumentos de viento en los que se utilizan ambas manos, se fabrican para ser ajecutados obligatoriamente con la izquierda cerca del ejecutante y la derecha más alejada. Desde los más elementales, como la flauta dulce, en la que el primer orificio que se obtura con meñique derecho (el más alejado del ejecutante) se perfora con leve inclinación hacia ese lado para favorecer la disposición anatómica del pequeño dedo, hasta las flautas traveseras, clarinetes, saxos y otros tubos, que conteniendo un complejo sistema de llaves y combinaciones, no se podrían tocar de otra forma que sosteniéndolas con la mano izquierda cerca del ejecutante y la derecha más lejos. Sin embargo, he visto muchos quenistas tocando a la inversa. En la quena esto puede ser posible ya que, por lo general, los orificios están perforados sobre una línea recta, y de hecho no existen llaves ni mecanismos que obliguen a una posición determinada de las manos.".

Y añade: “Si usted está acostumbrado a tocar la quena a la inversa de la posición que indicaremos aquí, siga con esa técnica, ya que el esfuerzo requerido es realmente muy grande. Pero si nunca tocó la quena ni el pinkullo ni la flauta dulce, etc., tome el instrumento con la mano izquierda cerca de usted y la derecha lejos, y desde ya quedará habilitado para el estudio de cualquier otro aerófono de tubo.”.

Raymond Thevenot, suizo, escribió en Lima, en 1.979 su libro “Quena y Folklore Latinoamericano” del que extraemos las siguientes palabras: “Hoy, la quena que se toca en Bolivia, Argentina (en el Norte), Perú y Chile, presenta 7 perforaciones. Las posiciones de los dedos (digitación) son más o menos las mismas en los citados países. Sólo cambian a veces los tamaños de largo y de diámetro, o también la forma de embocadura (redonda o cuadrada). A pesar que hoy la quena tiene 7 huecos (6 encima y uno abajo) muchos quenistas siguen usando la manera antigua de tocar: tapando 6 huecos solamente (5 arriba y el de abajo), dejando libre el último orificio que normalmente debiera estar ocupado por el anular derecho. Esa digitación ilógica, impide a muchos intérpretes lograr un alto nivel de virtuosidad y lucir su instrumento.”.

En cuanto a ese último agujero, que recordemos que Alejandro Vivanco lo emplea con total naturalidad (año 1.974), Arnoldo Pintos dice que en 1.940 “era criterio generalizado que la quena que tenía 5 orificios en la cara anterior era de origen boliviano y la que ostentaba 6 orificios en la cara anterior era de procedencia peruana. No estoy asegurando que esto fuera una regla, ya que nunca encontré en los tratados referidos al tema algún dato sobre el particular, sino que era el criterio con que los mismos ejecutantes de la época, Hugo Echavez y Sergio Villar entre otros, las definían.”

Continúa diciendo Pintos que: “En ambos casos –5 ó 6 orificios- el más cercano a la culata se perforaba con ligera inclinación hacia la derecha para acompañar la disposición anatómica de los dedos de esa mano.

Con el tiempo, entre los luthiers afincados en Buenos Aires –Enrique Vannini en primer término- se generaliza un tipo intermedio de quena que, además del orificio de la cara posterior presente en todos los modelos, muestra en su cara anterior los cinco orificios de la quena boliviana más el sexto de la quena peruana de tamaño un poco más pequeño.

Muchos son los que, desorientados por esta variante, se interrogan sobre la diferencia de digitación entre una quena de 5 orificios y una de 6, o bien si al pequeño orificio cercano a la culata se lo debe considerar como parte del instrumento (o sea, como un orificio necesario para la digitación) o se lo mantiene por tradición o por alguna necesidad acústica no muy clara para la mayoría de los ejecutantes.

De todas maneras, este detalle del primer orificio, que aparentemente crea toda una variante en la técnica de ejecución, no debe preocupar en lo más mínimo a quienes desean estudiar este instrumento.”. Y sigue añadiendo que: “La digitación que indicamos en este método es una de las más antiguas y tradicionales. En caso de ser necesario, el orificio más pequeño cercano a la culata, se puede obturar con el meñique de la mano más próxima. De todas maneras, esta última nota, sol grave, es la más baja y menos potente de la quena, y su uso por lo tanto está reservado a situaciones muy limitadas.
”.

Pero Pintos parece decantarse por emplear sólo los dedos índice y medio de la mano izquierda o medio y anular de la misma mano, pero siempre dos dedos, para tapar los agujeros más próximos a la embocadura, dejando cuatro dedos de la mano derecha para tapar los agujeros más lejanos. Esta forma de colocar las manos, no es compartida ni por Thevenot, ni por Horacio Quintana (partidarios del mismo modo que emplea Alejandro Vivanco para sostener la quena), quien en "La quena criolla y su inserción en el medio ciudadano" editado por C.I.D.I.M.A., Buenos Aires, 2.002, citando a Thevenot nos dice que: "El suizo califica esa forma de tocar como anacrónica y sin fundamento, lo mismo que obturar los orificios con las segundas falanges, que lo atribuye a una moda aparentemente originada en Bolivia". Horacio Quintana añade que, "con esa disposición de las manos (dos dedos de una mano arriba y cuatro de la otra abajo), cuando toquemos una quena de mayor tamaño o un quenacho nuestros dedos no alcanzarán a obturar todos los agujeros". No obstante, quenistas como Raúl Olarte alternan ambas formas de sostener la quena ejecutando un mismo tema.

Clavijo coloca arriba la mano derecha, usando tres dedos, y la izquierda abajo, de la que usa dos dedos. Nos estamos refiriendo al modo de tapar los agujeros frontales, no el trasero que obviamente debe ser tapado con un dedo pulgar, pero Clavijo emplea una quena con un agujero menos.

Pintos denomina a la quena de 38 centímetros de largo, quena en LA MENOR, y esto, probablemente tenga relación con ese uso “limitado” del último agujero. En el mismo sentido, Jorge Espinosa, de Buenos Aires, afamado constructor de charangos, fabrica quenas con dicho agujero con carácter de no utilizable y no afinado, por lo tanto, su instrumento, del que tengo la suerte de poseer un ejemplar con un sonido extraordinariamente bello y expresivo, inicia la escala de los sonidos en la nota LA, como también lo hace la quena que nos define Arnoldo Pintos.

El ya mencionado, Carlos Clavijo, igualmente argentino, toma como quena tipo la quena de seis agujeros afinada en LA menor, aunque él ya nos habla de la existencia de quenas de siete agujeros.

Producen, pues, este tipo de quena utilizada por los citados músicos argentinos una escala de LA menor armónica, puesto que en su digitación natural se producen también las notas FA SOSTENIDO y SOL SOSTENIDO. La posición de fa sostenido es común a todo tipo de quena, pero el sol sostenido de estas quenas se produce, en algunos modelos, destapando todos los agujeros, ya que al contar con un agujero trasero de diámetro superior a lo hoy normal, acorta más la columna de aire, aumentando la altura de la nota, que generalmente es SOL natural, para emitir en su lugar SOL SOSTENIDO. Todo ello, unido a una especial forma de digitación de la nota DO nos lleva a la llamada digitación “indirecta” o “Buenos Aires”. Esta digitación tiene como aspectos positivos un menor movimiento de dedos ya que permite emitir una escala pentatónica en LA menor con sólo articular tres agujeros de la cara anterior. Siguiendo la numeración de agujeros que propone Alejandro Vivancos y explicada al comienzo de estas líneas, los agujeros 1 y 5 están prácticamente siempre tapados, lo que proporciona además una mejor sostenibilidad del instrumento y un cambio de SOL a LA mucho más seguro. Quizás este modelo encuentre algunas deficiencias en la gama diatónica, en concreto tiene un casi imposible trino, SI-DO, además del siempre complicado trino SOL-LA, y un cambio de FA SOSTENIDO a SOL y su correspondiente trino bastante dificultosos.

Todo queda a gusto del consumidor. Las ventajas e inconvenientes de la digitación indirecta tiene su correlativo en la digitación directa, ya que igualmente podemos prácticamente fijar el agujero 5 dejándolo casi siempre tapado. Además, podemos tapar en el SOL del registro medio el agujero 3 si queremos sostener mejor el instrumento, aunque el instrumento no se cae ya que nos valemos de los meñiques y muchas veces de la segunda falange del índice derecho para tener un punto de apoyo más al lado del agujero 4. El anular derecho también puede descansar entre los agujeros 5 y 6 mientras no precisemos dar el SOL SOSTENIDO, en cuyo caso lo desplazamos a su posición en un movimiento parecido al que hace el dedo meñique derecho para articular la pata de DO en las flautas traveseras. La ventaja de la digitación estriba en el movimiento natural de los dedos, más parecido al usado en los demás instrumentos de la familia viento-madera. Estas quenas de digitación directa nos dan, arrancando desde la nota más grave, la escala de SOL mayor.

Por estas razones, las llamadas quenas en LA (menor) y SOL (mayor) son la misma quena. Hay quien las denomina también "quenas en MI menor", porque la única escala menor natural que emiten, con digitación llamemos también "natural", es la de MI menor.